Cristina Cantera
Mi nombre es Cristina Cantera, nací a fines de 1977 en Punta del Este, Uruguay. Me considero una experimentadora, una buscadora de la verdad, y una aprendiz de la vida. Una gran crisis cuando tenía 20 años me llevó por un extenso camino personal. Ha sido extenso en tiempos y en formas, ya que he transitado variados abordajes terapéuticos durante gran parte de mi vida. Este camino me llevó a investigar profundamente en mi misma, en los dolores del cuerpo y del alma, en los horrores y las desgracias que todos de alguna manera hemos sufrido. Me llevó a comprender y respetar el dolor y las lecciones que cada uno tenemos para aprender.
Después de años de búsqueda me concentré en formarme en aquellos abordajes con los que me he sentido más identificada y que creo se complementan muy bien. Me formé en Experiencia Somática® y Metamedicina®. Recorrí y continúo recorriendo varios caminos de crecimiento personal, que nutren permanentemente las consultas que realizo, como el Eneagrama (con la visión de Claudio Naranjo), la Bioenergética, la Gestalt, las Constelaciones Familiares, y algunos abordajes Transpersonales.
Hace muchos años se despertó en mi la vocación de acompañar a las personas en momentos difíciles, de enfermedad, o de crisis. Con el tiempo esto se transformó en una intención de llevar a cabo esta tarea, y luego, en mi compromiso concreto de estar al servicio de quienes me requerían. Este proceso me llevó mucho tiempo de maduración interna y trabajo personal y es una tarea que llevo a cabo con mucho respeto y cuidado para con las personas que me consultan y sus procesos vitales. Esta tarea la realizo ya sea como Consultora de Metamedicina® (con el aval y apoyo de Claudia Rainville, creadora del método); o como Terapeuta certificada de Experiencia Somática®
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Es reconfortante ser testigo de los procesos de quienes me consultan, y del bienestar que logran, siempre desde la humildad y el reconocimiento de que quien realiza el trabajo y mejora es quien me consulta, y que mi labor es acompañarlos proponiendo herramientas para que estos procesos sucedan. Y recordando, siempre, que la naturaleza humana es de un estado de bienestar, salud y felicidad.